Una extraña sensación recorre mi cuerpo, unido a unas inexplicables ganas de escribir, sentado en el cine mientras coca-cola exhibe públicamente el control mental que ejerce en el populacho el cual lo asume ignorante con humor. Fin de la luz, me dispongo a ver una película sobre el Che.
(dos horas y cuarto mas tarde)
¿Sabes? Ya no quiero ser Estrella del Rock, prefiero quedarme tranquilo reposando en una estrella anónima recordando de donde vengo. Ya no quiero morir y sin embargo sigo sin temer a la muerte, grandes gestas me esperan, algunas preciosas, otras quizás tristes, pero gestas por igual, al destino hay que ayudarlo tanto al propio coma al colectivo.
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