-(Nishijima) Una persona que piensa mucho es tensa y tiende a ser idealista. Por el contrario, una que se centra en sus sensaciones corporales suele ser más relajada y hedonista. Al unificar nuestro cuerpo y mente nos equilibramos; ni muy tensos ni muy relajados. Al estar en armonía podemos aprehender la brisa del momento presente. Pero éste es efímero, instantáneo. No podemos ni pensar sobre él ni sentirlo.
¿Qué hacemos entonces? Actuamos. Nuestras vidas, por lo tanto, son una serie de acciones y en el budismo Zen reconocemos las acciones puras, donde mente y cuerpo han recobrado su unión.
(...)
-(Entrevistador) En todos estos años de experiencia, ¿son muchas las personas que han experimentado este golpe con la realidad?
-(Nishijima) No. El hecho que ocurra es una bendición. La mayoría de las personas, no sólo aquí en Japón, sino que también creo en tu país, vive como si estuvieran anestesiadas. La vida les pasa por encima y no se enteran de ello. Todos vamos a morir, pero son contados los que sienten la urgencia por vivir.
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2 comentarios:
mola
Es verdad que muy poca gente vive la vida. La mayoría la sobreviven.
Un saludo.
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