Ayer martes volvimos a la Dehesa de Majadahonda, fue una promesa de la semana pasada en la que dijimos que todos los martes iríamos al campo a desconectar aunque fuera un poquito y ya que era el primer día oficial de la nueva tradición decidimos ir prontito a comer y a echar el día. Definitivamente hicimos muy bien, fuimos directamente andando, dejando el coche de lado y una vez allí buscamos un buen sitio para comer, y menudo sitio, no parecía que estuviéramos en Majadahonda era preciosos y relajante. Tras unas cuantas horas de comida, sobremesa, balones y guitarras recogimos y nos pusimos a andar y andar hasta llegar al final y salirnos de la dehesa, por aquel entonces ya eran las 8 mas o menos y la vista era tan agradable que buscamos una buena colina para sentarnos a despedir el día, momento que yo aproveche para escribir esto.
Hasta el martes que viene.
Atardecer de Despedida, Anochecer de Funeral Hoy la primavera es virgen
y brinda una tregua para mi
me ofrece este atardecer de despedida
y con el viento lo despido para ti
De gala se viste el campo
con un infinito enjambre silencioso
de tábanos purpuras
y de rayos de piel rosados
Y el sol baja
-como el infinito reloj de arenas intangible-
haciendo dulce y feliz este entierro
en el que despido la noche de tu cabellera
y la eterna tierra santa de tus ojos
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