domingo, 26 de septiembre de 2010

En Memorio de Diego Calvo Cabero, mi primo y mi amigo D.E.P.

De niño siempre amaba las vacaciones en León y era por ti. Te veía como un héroe, el héroe del humor y la diversión. Con un par de cosas inventábamos un juego, siempre tan simple como divertido. ¡Que rápido pasaban los días juntos! Haciendo merendolas con mi hermana y las tuyas, con una sesuda selección de chucherías compradas a granel mientras veíamos a la tonta del bote en la televisión sentados en el suelo al rededor de una mesa o cuando me enseñabas las canciones de Héroes del Silencio y Mickael Jackson encerrados en tu habitación entre Billy Jean y el Maldito Duende, aderezados con los temas de un rapero afroamericano de pelo plateado cuyo nombre no recuerdo.
Lo que si recuerdo son los desayunos con tu "super técnica" de disolver el cola-cao en leche fría y rompiendo en pedazos las galletas para echarlas en la leche. Mientras tanto yo te imitaba a pies juntillas, por que me fascinabas, con tu buen humor, con tu actitud positiva y con esa sonrisa tuya casi perpetua, evitando discutir siempre que podías.
Eras más que un primo y más que un amigo, y aunque el arrepentimiento ahora que te as ido me arañe el alma por no haberte visto en estos últimos años, se que en el fondo no importa, por que las huellas del pasado son imborrables y sé que me querías tanto como te quiero yo a ti.



Estés donde estés sé que estas sonriendo.
Y yo no dejo de sonreír recordando nuestra infancia.
No te olvido Diego.
Te quiero primo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Busqué

Busqué la felicidad en el amor
pero allí no se encontraba.
Busqué en cada rincón
de la tierra y de su magma.
Busqué por todos lados
y no halle más que penas
y con mi sombra me quedé
contando las estrellas.
Y fui feliz como no lo fui nunca
y aprendí que la felicidad,
como el amor,
se encuentra pero no se busca.