lunes, 2 de agosto de 2010

La increíble historia de Antunio el imbecil inmortal: Prologo prefacial

Antonio tenía tres años cuando murió por primera vez, a pesar de que fuera inmortal. Por aquel entonces hablaba húngaro bastante fluido, aunque sus padres pensaban que era idiota y no sabia hablar. Si le hubieran preguntado a su niñera húngara se habrían dado cuenta de que tenían un crío bastante espabilado, pero claro, murieron antes de darse cuenta. Murieron de hecho por primera vez con su hijo Antonio en un accidente de avión Madrid destino las Bahamas que tras despegar con el tanque de gasolina vacío se estampó terriblemente a las afueras de un pueblo ya inexistente de la provincia de León. Pero claro, sus ricos padres no eran inmortales, con lo que murieron por primera y ultima vez.
Fue un hecho curioso el transcurso del accidente; su madre salió despedida del avión con su hijo en brazos estando los dos en llamas, como valiente acto reflejo de supervivencia ella cogió a su hijo para caer sobre él, pero claro, Antonio era inmortal, cosa que su madre desconocía, con lo que él sobrevivió mientras esta moría debido a un fuerte traumatismo craneal producido por el choque contra la frente de su hijo, ahora conocido como Antunio pues tristemente la pulsera de su muñeca con su nombre no era inmortal y se vio con media O amputada, quedando marcado como Antunio o Tuño para los allegados, por el resto de su vida.

Antunio fue puesto entonces en adopción y fue tal la cantidad de familias que quisieron adoptarle por la repercusión mediática que tenía el niño superviviente que decidieron subastarlo para sacar fondos para el orfanato.
La justicia (la cual no hacia justicia a su propio nombre) tomó entonces la incoherente decisión de dar a Antunio en adopción a una famosa pareja de esas que nadie conoce, la cual se había conocido en la reedición de la fusión entre gran hermano y el encantador de perros, programa que por cierto batió todos los records de audiencia por los inteligentes ladridos de los que hacían gala los concursantes humanos en el confesionario a cambio de galletitas con forma de diamante glaseadas con cocaína del Corte Ingles.
Como anécdota apuntaré que el ganador fue un mastin leones cuyos ladridos eclipsaban a todo el que se enfrentaba a él, fue líder de audiencia en todos los descorazonadores programas del corazón, hasta su muerte en un glamuroso club de la capital.
Marijose y Josemari, que así se llamaban los padres adoptivos, más que un matrimonio tenía un acuerdo comercial, pues la unión de sus nombres vendía, y teniendo en cuenta que no sabían mucho más que decir sus nombres, era una gran oportunidad para ambos.
Pero como suelen decir no hay mal que por bien no venga y Antunio pudo recibir por primera vez en su vida amor de unos padres, siempre y cuando fuera frente a una cámara y cobrando, aun así era más de lo que había recibido en toda su vida.

Una vez pasada de moda su fama y gloria a la tierna edad de 9 años perdió el poco caso que le hacían sus padres adoptivos lo que le privó de una mínima educación, pues nunca le escolarizaron ni aprendió de sus padres a los cuales no veía y fue peor aun pues ni el auto-aprendizaje le servia, ¿Como aprender a base de golpes siendo inmortal? Sin la capacidad de sentir dolor el "ensayo y error" quedó aniquilado y Antunio llego a los 18 años con su cerebro en modo de hibernación, hasta un milagroso día en el que Antunio empezó a vivir por primera vez en su vida y es justo ese día donde empieza esta increíble historia.

4 comentarios:

Manny dijo...

que pena que marijose y josemari ya no tengan al niño.
jajajaja
me gustaría poder seguir la pista a esta historia, es cojonuda!
quiero conocer a Antunio!

P.D.: nos vemos pronto, ma frend!!

Ainiktés dijo...

Una historia fascinante, aunque no haya empezado. Me quito el cráneo, como diría Valle Inclán. El detalle de la cocaína del Corte Inglés ha sobrecogido mi estado de ánimo, normalmente imperturbable.

Un saludo

P.D: He escrito la palabra cowscri para validar mi comentario en un campo de caracteres.

Tercios dijo...

Gracias por vuestros halagadores comentarios, El primer capitulo de la historia de Antunio llegara muy probablemente estas navidades, no os comais las puntas de los dedos hasta entonces.

PD: Lo que a mi me ha sobrecogido Sr. Fernando es la palabra para validar que le ha exigido este caprichoso blog ¿Las vacas lloran? Hasta ahora sabiamos que la vaca rie, pero esto...¡Esto lo cambia todo!

Ainiktés dijo...

Joé macho. Leyéndote me doy cuenta de que, en efecto, La vaca que ríe es marca registrada y las vacas que no trabajen en esa jovial corporativa francesa deben llorar para evitar el pago de derechos. Luego la leche se agria y es una verdadera guarrería...

Esperaremos ansiosos el retorno de Antunio.