viernes, 6 de noviembre de 2009

Ya tengo diosa. Ahora tengo que inventarme un nombre para ella... darme un segundo...

Os la presento, su nombre es Imaberta, la todopoderosa diosa de la verdad cambiante.
Su brevísima historia es esta: Ella lleva existiendo desde el segundo día de la existencia, pero tampoco sabe como llego aquí. Evidentemente no es la creadora del universo, ni tiene idea de como pudo llegar a crearse, pero le da igual por que tiene una respuesta para todas las preguntas. Le ofende que le adulen demasiado pero se ofende más si no creen en la validez de sus respuestas. Como todos los dioses no es ni físico ni espiritual sino todo lo contrario, es inexistente pero de una importancia suma. Sus respuestas no son infalibles pero siempre son de gran utilidad si sabes darles uso. Es capaz de dar respuestas diferentes a la misma pregunta por que espera que trastoques y transformes su respuesta para hacerla más valida. La libertad es su máxima salvo por una excepción, una sola norma:
NUNCA DARÁS NADA POR SABIDO

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