miércoles, 12 de noviembre de 2008

Memorias del Ilustre Dr. I. Lustre (I): Sobre la gran fiesta que aun no ha terminado y de como llegó esta a su fin.


Una vez descerebrados todos, celebraron las primeras nieves de junio por todo lo alto y por lo bajo, trajeron para la ocasión tres terneros viejos rellenos de mierdra, una banda de músicos sordos y doscientas bailarinas que el mismo día de la fiesta aun no habian nacido. La gente derrochaba felicidad la cual se escurría por el enrevesado alcantarillado de la ciudad hasta dar a una fuente cercana, la cual solo funcionaba los domingos pares, además del resto de los días impares en los que funcionaba expulsando algo parecido a un magma muy frío y de color inexistente.
La fiesta duró tres meses, durante los cuales nacieron tres niños a los que se llamó y en este orden Salmuero, Entrevida y Nadadena, en honor a los tres santos pecadores recién inventados por la autoridad local. El cuarto mes al no nacer ningún niño y tras desestimar la propuesta de aceptar un lobezno como cuarto crío por considerarse una desfachatez y una falta de respeto para con Romulo y Remo, se decide cancelar la fiesta y expulsar a todas las mujeres encintas por no cumplir con su labor. Eso sí, no se devolvieron los cerebros.

(CONTINUARA)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alucino!que maravilloso texto!